Muchas plantas se utilizan en la medicina tradicional latinoamericana; sin embargo, existe información limitada sobre sus componentes o ingredientes activos.
Los patrones en el uso de plantas medicinales dentro de una comunidad específica son parte de su conocimiento tradicional cultural, transmitido de generación en generación que representa el patrimonio. Las personas han desarrollado tradiciones indígenas únicas de medicina, adaptadas y definidas por su cultura, creencias y entorno, que han satisfecho las necesidades de salud de sus comunidades durante siglos.
La educación de los indígenas latinoamericanos ha estado articulada a la familia, la comunidad y al territorio. En ellos, los niños y las niñas aprenden los patrones de la colectividad, la relación con el territorio, los saberes y mitos ancestrales, los valores comunitarios y los conocimientos acumulados y transmitidos de generación en generación, gracias a la memoria colectiva.
"En la comunidad Nasa de Colombia, la cosmovisión significa conocimiento profundo de algo y proceso por el cual se adquiere la sabiduría y el aprendizaje en un sitio de poder espiritual. Esta última condición hace que el conocimiento no sea una cosa sino una relación con un espacio, con un grupo de personas o con una actividad."
La comunidad que crea la medicina ancestral indígena es fundamental, porque los sabedores tradicionales deben tener un profundo conocimiento de las propiedades medicinales de las plantas nativas, así como de los pasos farmacológicos necesarios para transformar esas plantas en medicamentos, como la selección, composición, dosificación, eficacia y toxicidad. Esto lo hacen recuperando sus prácticas ancestrales de cultivo y uso de plantas medicinales para fabricar productos que disfrutan de un alto consenso intercultural para su uso medicinal y una historia de aplicación generalizada.
Antes de la llegada de los europeos, los Pueblos Indígenas de América mantenían sus propios sistemas holísticos de atención de la salud, que consistían en prácticas espirituales, medicinas a base de plantas y participación de las comunidades (Sessa, 2016; Taylor, 1971). La colonización desconectó a los pueblos indígenas de sus comunidades, tierras, historias y prácticas medicinales y religiosas (Carocci, 2009).
A pesar de estos cambios sociales y culturales que favorecieron una rápida extinción de los conocimientos ancestrales, algunas de las comunidades indígenas de Colombia, lograron preservar sus conocimientos y el uso de medicinas tradicionales para diferentes tratamientos.
Por ejemplo, con las plantas medicinales tradicionales de Perú y de Colombia, estos las comunidades pudieron reaccionar ante el Covid-19 y unir a sus familias. Solo apoyándose en sus conocimientos ancestrales de medicinas vegetales y ceremonias tradicionales, las comunidades amazónicas pueden enfrentar situaciones como estas.
Henri Muchavisoy también ha subrayado la importancia de proporcionar recursos para los sabedores (sabios) de los grupos indígenas, permitiéndoles descubrir y fabricar plantas medicinales que promuevan la salud de la comunidad y de todas las personas interesadas en conocer, preservar, aprender y utilizar estos saberes ancestrales para su desarrollo propio.
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